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ÚLTIMA HORA: Grecia Quiroz Respondió Con Abogada | Noroña A Esposa De Carlos Manzo

En Michoacán el aire político volvió a incendiarse.
Y esta vez el fuego no viene de un mitin ni de un partido, sino de un choque directo entre un senador veterano y una alcaldesa que aún vive de cerca el dolor de una tragedia.

Gerardo Fernández Noroña disparó primero.
Lo hizo desde sus redes sociales, luego desde el Senado, y más tarde desde una conferencia de prensa que nadie atendió.

Acusó a Grecia Quiroz, viuda del asesinado alcalde Carlos Manzo y actual presidenta municipal de Uruapan, de dejarse llevar por la ambición.
De querer la gubernatura del 2027.
Y de tomar, según él, “posturas de ultraderecha fascista”.

El señalamiento cayó en pleno 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Un detalle que no pasó desapercibido.

La polémica escaló en cuestión de horas.
Y mientras Noroña repetía su discurso, la sombra del crimen que sacudió a Uruapan crecía detrás de cada frase.

Pero lo que nadie esperaba era la respuesta.
No llegó como un video, ni un tuit, ni un mensaje improvisado.

Grecia Quiroz respondió a través de su consejería jurídica.
Es decir, con la abogada oficial del Ayuntamiento, Stefhanie Rodríguez Hernández.
Una movida quirúrgica que convirtió un pleito político en un problema legal.

El comunicado fue directo.
Acusó al senador de ejercer violencia política en razón de género.
Y de haber usado estereotipos para desacreditar el trabajo de la alcaldesa.

Según la consejera, las palabras de Noroña no eran simples descalificaciones.
Representaban una revictimización institucional.
Porque Grecia Quiroz no es solo una funcionaria: es sobreviviente de un ataque del crimen organizado.

El asesinato de Carlos Manzo ocurrió hace apenas semanas.
Y el Estado, como recordó la abogada, falló dos veces.
Falló al no proteger al alcalde y falló cuando desde el Senado se atacó a la víctima sobreviviente.

El comunicado sacudió el tablero político.
Porque acusar violencia de género contra un senador de Morena abre la puerta a sanciones internas.
Y hasta a la expulsión del partido.

Mientras tanto, el debate sobre la gubernatura de Michoacán se volvió un volcán.
Todos preguntaban lo mismo:
¿Acaso dijo Noroña una mentira?
¿De verdad Grecia Quiroz quiere la gubernatura?

Los hechos duros comenzaron a revisarse.
Y allí apareció la frase que incendió el rumor: un discurso del 7 de noviembre.

Apenas dos días después de asumir como alcaldesa tras el asesinato de su esposo, Grecia Quiroz habló ante la marcha más grande vista en Uruapan.
Y prometió que los responsables del crimen enfrentarían “un voto de castigo en el 2027”.

Para muchos, esa línea fue la chispa.
La interpretación inmediata: tiene intenciones políticas más altas.
Pero otros vieron algo distinto: un mensaje directo a quienes —según la familia Manso— están detrás del asesinato.

Porque este caso nunca ha sido simple.
Ni político.
Ni criminal.
Es ambas cosas mezcladas.

El movimiento independiente del Sombrero, creado por Carlos Manzo, crece cada día desde su muerte.
No es un partido aún.
Pero sí una fuerza visible.
Y su figura central ahora es Grecia Quiroz.

Los tres políticos que la familia Manso ha señalado públicamente aparecieron otra vez en la conversación.
Leonel Godoy.
Raúl Morón.
Nacho Campos.
Todos morenistas.
Todos con intereses en 2027.

De inmediato surgió la pregunta:
¿A quién le convenía más el asesinato de Manzo?
¿A un criminal cuyo nombre ya se conoce?
¿O a un político con ambiciones electorales?

Mientras la batalla política ardía, la investigación criminal ofreció dos golpes inesperados.
Primero, la audiencia del presunto autor intelectual, Jorge Armando, alias “El Licenciado”.
Segundo, la detención del supuesto reclutador, Jaciel Antonio, “El Pelón”.

El Licenciado dijo ante el juez que fue torturado.
Que no pertenece al CJNG.
Que lo detuvieron encapuchados antes del partido de fútbol de su hijo.
Y que las autoridades mintieron.

Su declaración, tan fuerte como inesperada, dejó la investigación tambaleándose.
El caso podría colapsar si la Fiscalía no presenta pruebas sólidas.

Peor aún, la detención del Pelón también comenzó a desmoronarse.
La Fiscalía reconoció que no tienen pruebas de que reclutara a los jóvenes que mataron a Carlos Manzo.
Lo único que pudieron acusarle fue cohecho y extorsión.
Nada que lo vincule directamente al asesinato.

En medio de ese caos, el discurso político se volvió arma.
El movimiento del Sombrero defendió con fuerza a la alcaldesa.
Carlos Bautista Tafoya retó públicamente a Noroña.
Le dijo que si tiene algo que decir, que lo diga de frente.

Las críticas llegaron desde todos los frentes.
Desde la Secretaría de las Mujeres de Morena.
Desde diputadas del PAN.
Desde la familia de Manzo.
Y desde la dirigencia de Morena en Michoacán.

Incluso la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, intervino.
Pidió sensibilidad.
Pidió respeto para una mujer que acaba de perder a su esposo.
Y sugirió que no era el momento para debatir ambiciones políticas.

El comunicado del Ayuntamiento remarcó que las palabras de Noroña podrían aumentar el riesgo de seguridad para Quiroz.
Gobernar Uruapan no es gobernar un municipio cualquiera.
Es gobernar en zona de conflicto.

Y cualquier debilitamiento político, decía el comunicado, puede convertirse en un riesgo físico.

La consejera jurídica acusó al senador de enviar un mensaje de impunidad.
Dijo que mientras el gobierno presume compromisos con las mujeres, un referente del oficialismo ataca a una víctima sobreviviente.
Y exigió que las instituciones de control y prevención de violencia actúen.

Hasta este momento, Noroña no ha rectificado.
Solo dijo que sus críticas no tienen “un gramo de misoginia”.
Y que su postura es completamente política.

Pero en Michoacán, nada es solo político.
Nada es solo crimen.
Nada es solo discurso.

La pelea por la gubernatura comenzó antes de tiempo.
Y comenzó con sangre.
Con un asesinato.
Con rumores.
Con amenazas.
Y ahora, con un choque legal entre un senador y una alcaldesa que apenas comienza a encontrar su voz.

La historia sigue.
La investigación sigue.
La pelea interna en Morena sigue.
Y el movimiento del Sombrero crece en silencio, acumulando fuerza.

Porque como dijo la propia Grecia Quiroz:
“El movimiento no parará. Llegará a gran nivel. Y todos serán testigos”.

Y Michoacán también.

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